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El tatuaje es una costumbre originaria del ser humano e identidad cultural que se practicaba en diferentes culturas del mundo y en cada una el significado que se le asignaba al tatuaje era diferente. 

En un principio los tatuajes se hacían insertando compuestos orgánicos en la piel, generalmente carbón obtenido quemando huesos, plantas medicinales y madera, mezclados con agua o saliva. En comparación con los modernos, los tatuajes antiguos eran mucho más superficiales.

 

El primer registro de un hombre tatuado data de aproximadamente 5.300 años, en 2019 se encontró un cazador del neolítico congelado en un glaciar situado en la actual frontera de Austria con Italia, conocido con el nombre de Ötzi, quien tenía espalda, muñecas y rodillas tatuadas. Un segundo hombre fue encontrado en Siberia con un tatuaje en el hombro, se calcula que data de hace 2.500 años.

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Los registros del tatuaje en la historia han sido encontrados en culturas de Egipto, Polinesia, Asia, Isla de Pascua, África, Islas Marquesas, centro América y un sin fin de culturas más.

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En los pueblos originarios el tatuaje era utilizado para definir el rango o posición social en la comunidad, a los guerreros, a las mujeres con funciones protectoras y mágicas, como puntos de curación, como escudo protector contra malos espíritus, en ceremonias de fase de niño a adulto, para superar obstáculos en el camino hacia la muerte...era considerado un símbolo de transformación, había un antes y un después en la vida de aquella persona que era tatuada.