Si hay mucha humedad, puede mantenerse cubierto con piel de borrego, cuero o una mantita de lana natural o algodón.
Recuerda que todos los materiales son naturales y tienen poros que absorben la humedad. Si caen en una fuente directa de agua, será muy difícil su cuidado y probablemente no llegue a recuperar
su forma original.
En el caso de que sucediera por accidente, secar con una toalla y exponerlo en un lugar seco al sol o a una fuente de calor suave, como por ejemplo una calefacción a una distancia de un metro aproximadamente, siempre observando que no haya exceso de calor o un interior de una casa en un lugar cálido y seco.